Autoencargos | Flamenco | Duendes

Federico García Lorca definió «el duende» como algo endógeno para diferenciarlo de «las musas» o «el ángel» que provenían del exterior. Yo entendí que el duende es algo que nos provoca un golpe de genialidad, un instante con magia que nos hace especiales por un ratito y en contadas ocasiones. Aunque hay gente como Picasso, o el cantaor Tomás Pavón que lo tenían de forma casi permanente.
Por lo general, este bichito permanece agazapado y tranquilo, en un lugar cambiante, a su elección, pero de vez en cuando la criaturita se despierta, de manera caprichosa y nos pellizca las entrañas. Con estos referentes quise dar presencia gráfica a algunos de estos personajillos que en su aspecto recuerdan a dragoncetes de carácter simpático y juguetón, pero con los que hay que andarse con ojo, ya que son rebeldes y libres por naturaleza.
Desde el principio lo imaginé con un guiño de humor y mucho desenfado. En los primeros bocetillos, el duende” tomaba la forma de un bichito casi invisible, pícaro, travieso y caprichoso que todos llevamos escondido dentro. Cada uno tendría el suyo, personalizado y singular. Cada duende seria irrepetible y acompañaría a la persona durante toda su vida para esfumarse hacia la luz con la muerte.
Qué sería el flamenco sin la aportación de Lorca…